El artículo publicado en la revista Shinchō 45 por la parlamentaria Sugita Mio, en el que se queja del apoyo que recibe el colectivo LGBT, agitó a la opinión pública japonesa. Una de las primeras personas en pronunciarse al respecto fue la parlamentaria Otsuji Kanako, del Partido Democrático Constitucional de Japón. En 2005, la política dio a conocer que era lesbiana.